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Placebo No me abandones, dijo ella, casi susurrando, con los ojos llenos de agua salada... Me tengo que ir, respondió él, casi susurrando, con la mirada dura...
Él cruzó la calle sin mirar a los lados y se mezcló entre la gente sin mirar atrás Ella no dejo de mirarlo hasta que desapareció
Ella se volvió y recorrió nuevamente el camino a casa... pateando piedritas, papeles y latas y se preguntó, una y otra vez: Por qué vuelve a abandonarme?...
Él siguió, pateando, papeles y latas y una vez más se preguntó: Por qué me deja ir?...
Autor: Artemisa (fuera de concurso)Etiquetas: Artemisa
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