|
La oscuridad delataba con su olor lo horrendo de la escena, encendí la luz, y lo que mis pesadillas vaticinaban se había convertido realidad. Mi bautismo ya estaba hecho, mis manos estaban cubiertas de sangre que aun mantenían el calor de mi primer víctima. Nunca habría pensado que fuera ella, pero así fue. Mi amada yacía en la alfombra. Un cuchillo a su lado, el que sin dudas había separado su dulce alma de este mundo. Allí entendí que el mío ya me había despedido, allí entendí que otro había tomado mi lugar en él para siempre
Autor: SeAmUs (fuera de concurso)Etiquetas: SeAmUs
|
0 comentarios:
Publicar un comentario
<< Inicio