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Siete y treinta Y allí están paradas en una esquina, ella y sus circunstancias, elevando la primera plegaria del día: "Dios, por favorcito, que en los próximos treinta segundos pase una micro, que el semáforo cambie a rojo, que la micro traiga un espacio disponible aunque sea en la pisadera, que el chofer abra la puerta y yo pueda subir, que se vaya de un tirón hasta el centro porque si no no llegó ni cantando, y que cuando baje de la micro tenga la cartera, las pantys y la honra intacta. Aunque esto último es conversable."
Autor: Anai Le (fuera de concurso)Etiquetas: Anai Le
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