La idea surgió en:
   Nunca hubo una vez

   Ver los resultados del concurso y la ceremonia de premiación


Faltan: 0 relatos
   Ver todos
   Ver Relatos Premiados


Blogs amigos que ayudaron con la promoción:
   Mantantirulirulá
   Discusiones bizantinas
   Polenta con Pajaritos


Si quiere aportar algún relato, envíelo a nuncahubounavez@gmail.com o deje un comentario aquí.


Contribuyentes:
   Dr. Wolfskehl (7)
   Anai Le (6)
   Jack (6)
   The Bug (6)
   Baterflai (5)
   Uno de los ocho (5)
   Claire (4)
   Galo (4)
   Martón (4)
   Vill Gates(4)
   Doña Peturra (3)
   Facundo (3)
   Scar (3)
   Alma (2)
   Diego. (2)
   ElTeta (2)
   io Diondel (2)
   Jazmin (2)
   Sarlanga (2)
   Ana C.(1)
   Artemisa (1)
   Bonita Pietila (1)
   Chester J. Lampwick (1)
   Cieguito (1)
   Don Kace (1)
   Don Muzza (1)
   Dr. Alcachofa (1)
   El aerolardo (1)
   El Fantasma (1)
   Fede (1)
   Gabriel (1)
   Harry Poster (1)
   Karmelo Restrelli (1)
   Leandro Katz (1)
   Lesly Diaz (1)
   Lord Marianus (1)
   Mantis (1)
   Marita123 (1)
   Mr. Verloc (1)
   Necesito un apodo (1)
   Pablo Gambino (1)
   Pay (1)
   Pelah (1)
   Rigotieso Maturi Doll (1)
   Roberto Peturra (1)
   SeAmUs (1)
   Siworae (1)
   SW2 (1)
   Weltklang (1)


Relatos publicados:
   Uno dos tres
   Madeína
   Amigos
   Al final del camino
   Overnight
   La rodeó como quien...
   El gordo
   MSN
   La verídica historia...
   De como decir poco en 97 palabras
   Cuestión de geosofía
   La flor
   Mi Ángel negro
   No era verano...
   Leyenda
   97 milésimas de segundo
   Allá
   Vivir como los canguros...
   Volver o no volver
   Yo nunca tomo drogas...
   Al fin...
   Digo:
   Cosmopolitas
   Atajo a Les Tuileries
   Nací...
   El médico...
   Miró para arriba...
   Ana banana, cara de rana...
   Dulce amargo
   Hablándole a la pared
   La malamada
   Second Life
   No siempre...
   Jueves
   La creación
   Ella caminaba...
   Qué tipo boludo
   Resucitando
   Me niego a pensar...
   Bajo la sombra de un ombú
   Mantecol
   Érase una vez un rey
   Algañaraz...
   Frustración
   Claudia...
   El duelo
   Pequeño milagro
   Nacemos...
   Equipaje
   Érase una vez un rey... (II)
   Rewind
   Recambio
   Borré dos...
   Por qué...
   Tatatatataaaaaaaaaa
   ¿A donde fueron a parar?
   Los chicos y la abuela
   Ella
   La boda rota
   Érase una vez un rey... (III)
   Deshabitada
   Se preparó durante años...
   Sentado en el respaldo...
   Ella yacía
   La pulga pone nombres
   Puedo ser neurótica
   Palermodoja
   Hacerse hombre
   Cambio de letra
   Placebo
   De la extraña relación entre el tenis y el fin del Universo
   Arrepentimiento
   Águila cordillerana
   ¿Cuánto he escuchado...?
   Estrategias
   Séptimo día
   ¡Vamo flaco...!
   Te das cuenta enseguida...
   El tipo sube desganado...
   Tocan timbre...
   Censura
   Mi última oportunidad
   Abrí la puerta despacio...
   La oscuridad delataba...
   Allá afuera...
   Fumando espero
   No ha lugar
   La niña que deseaba
   Un adiós
   Solo, esperando agazapado
   ¡Qué Desilusión!
   El duende
   Sin buscarte, llegaste
   Y entonces
   Siete y treinta
   97 palabras
   ¿Iutokintumi?
   Inconfundible, solo tú
   Miguel
   ¿Me permite amigo?
   La gaita
   Manejaba por punta ballena


En cada relato están habilitados los comentarios. Por favor, utilícelos únicamente para opinar sobre el relato publicado.




Te das cuenta enseguida porque al encararte frente al espejo, ves pasar una sombra ahí a tu derecha, al lado de la puerta del baño; mirás rápido y no hay nada. Eso como paso uno.
Como paso dos, te va a parecer que tu máquina en el laburo estaba prendida cuando llegaste, porque la lucecita del monitor como que titilaba… pero no, no estaba prendida.
El paso tres es buscar con la mirada el celular, porque el ringtone que te avisa de los sms suena igual a eso que acaba de empezar a sonar en la radio.

Autor: Baterflai


(fuera de concurso)

Etiquetas:

0 comentarios

Nacemos y ya estamos nominados: somos un "bebé".
Después, trámites mediante, acuerdos familiares y negociaciones parentales ad hoc, recibiremos ese nombre que nos habrá de acompañar hasta que la muerte nos separe de la vida, pero no de él: polvo seremos, mas polvo nominado.
Palabras como parteras, palabras como receptoras de nosotros, emisores de palabras que nos mentimos y desmienten, palabras que nos paren, nos paran y nos parten, dividen, fraccionan, delimitan y confunden..

Después, muchos años después de ese primer fraccionamiento, nos preguntamos por qué siempre nos enamoramos a través de lo que fatalmente nos hiere.

Autor: Baterflai

Etiquetas:

0 comentarios

2º lugar Premio Oficial del Jurado


“Ana banana, cara de rana”. No había día en que la pobre Ana escapara de las burlas de Rufino. En la escalera que daba a las aulas, en el patio, una voz anónima gritaba en falsete y levantándose por sobre las de los demás, esa ignominia que la hacía transpirar frío y darle ganas de salir corriendo. O de no ser Ana.
Ella sabía que era él, aunque no lo viera gritando. El y su cara llena de pecas, consentido de las maestras por no tener familia, mentiroso profesional y ladrón de naranjas en los ratos libres.

Autor: Baterflai

Etiquetas: ,

0 comentarios

Miró para arriba y calculó más o menos cinco palomas por rama. Ciertos manchones verdiblancos manifestaban el por qué del tufo espantoso que atenazaba las narices de quien quisiera pasar cerca de ese tronco: las palomas no tienen como nosotros, el bar de la esquina, tienen el arbolito ese al que van, hacen sus sociales, y cagan. Sobre lo que sea, sin distinción de raza, credo, año de fabricación o alma, cagan.
“Este no es del barrio”, pensó, cuando vio estacionar un auto demasiado nuevo justo ahí, debajo del árbol peligroso, y cruzar rápido hacia la fiambrería.

Autor: Baterflai

Etiquetas:

0 comentarios

La rodeó como quien rodea una plaza: la gorda Rosario deleitaba los ojos como un budín, era tan pícara como una zorra y hacía cuatro días que pasaba, todas las santas tardes sin olvidarse de ninguna, por la misma esquina. Cuanto más calor hacía, más guerra quería la gorda. Estábamos en febrero y la térmica no bajaba de 35º, así que la situación en el barrio parecía transcurrir como si debajo de cada baldosa hubiera un tostador y pendiendo sobre nosotros, una condena a muerte por deshidratación.
Rosario ansiaba, como ese sol achicharrante, derretirnos. Pero de pasión.

Autor: Baterflai

Etiquetas:

0 comentarios