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Second Life Cuando morí llegué a las puertas del cielo. Me dieron el número 254.710. Esperé mi turno y Dios me atendió en su estudio. -Estuve mirando tu expediente. – dijo en forma pausada – Está bastante bien. -¿Entonces puedo quedarme? Dios me miró paternalmente. -Nadie se queda. Acá sólo vivimos mi familia directa y yo. Vos te volvés. Me alcanzó un libro. -Tomá, elegí entre los disponibles. Las páginas estaban llenas de fotos de personas. Señalé un hombre de apariencia simpática y bien vestido. “Hecho”, dijo. Ese mismo día reencarné. Espero que ser ese hombre me haga feliz.
Autor: The Bug Etiquetas: The Bug
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